El dragón blanco y otros personajes olvidados

A veces un pensamiento se arraiga tanto que el tren deja de caminar y se vuelve montaña o bosque o arrecife; desaparece

—A veces un pensamiento se arraiga tanto que el tren deja de caminar y se vuelve montaña o bosque o arrecife; desaparece —siguió el mosquito—. Pero hay muchos Trenes de Pensamientos y en cualquier momento pasa otro con otras criaturas imaginadas, y todo viaje puede ser posible otra vez.

“Si no me sale esta vez, la próxima me horneo yo misma”, pensó la Pastelera y deseó profundamente que no le saliera, porque no había nada como pasar la noche en el horno de leña (sobre todo en invierno), amanecer bien calentita y empezar su día recién horneada.

Tan intenso, tan centelleante, que cegó a los pájaros posados en el árbol y atrajo mares de insectos alados que se incendiaron en su vuelo circular.

Crees que conoces todos los caminos, pero no todos los caminos te conocen a ti

La niña es un hada, nació con el llanto del niño, y ha de cuidarlo siempre, para que no se asome a los abismos,

Y cuando dio un salto, ya no cayó nunca.

HANS CHRISTIAN ANDERSEN, Los cisnes salvajes, 1838

A su paso, los guerreros se convierten en árboles

el “Elixir de corazón invidente” (brebaje que vuelve ciego al ser amado),