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Isabel Allende

Cuentos de Eva Luna

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  • Sarahi Vergaraje citiraoпрошле године
    No era un dolor de músculos entumecidos, sino de tristezas acumuladas y de abandono.
  • Sarahi Vergaraje citiraoпрошле године
    Las penurias propias no la alejaron de las penurias ajenas
  • Sarahi Vergaraje citiraoпрошле године
    pesar de que su prestigio de milagrera no está reconocida por el Vaticano y con seguridad nunca lo estará, porque los beneficios otorgados por ella son de índole caprichosa: no cura ciegos como Santa Lucía ni encuentra marido para las solteras como San Antonio, pero dicen que ayuda a soportar el malestar de la embriaguez, los tropiezos de la conscripción y el acecho de la soledad. Sus prodigios son humildes e improbables, pero tan necesarios como las aparatosas maravillas de los santos de catedral.
  • Sarahi Vergaraje citiraoпре 2 године
    Tú piensas en palabras, para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciera al contarla. Yo pienso en imágenes congeladas en una fotografía.
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    A veces Analía salía a galopar por los potreros hasta los límites de la montaña deseando haber sido hombre.
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    Amadeo Peralta escuchaba ese sonido que parecía provenir del fondo de la tierra y que le atravesaba los nervios. Ese reproche cotidiano debía significar algo, pero no podía recordar. A veces sentía unos ramalazos de culpa, pero enseguida le fallaba la memoria y las imágenes del pasado desaparecían en una niebla densa
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    De lejos Hortensia parecía un triste mono de feria y de cerca inspiraba una lástima infinita. Ella no tenía conciencia alguna de esas malignas transformaciones, en su memoria guardaba intacta la imagen de sí misma, seguía siendo la misma muchacha que vio reflejada por última vez en el cristal de la ventana del automóvil de Amadeo Peralta, el día que la condujo a su guarida.
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    Así debieron amarse hasta morir derrotados por el deseo, debieron devorarse el uno al otro o arder como una antorcha doble; pero nada de eso ocurrió
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    Por un tiempo se extraviaron en una intimidad absoluta que confundieron con el amor.
  • Daryen Hernándezje citiralaпре 4 године
    El péndulo va y viene con inexorable precisión, decía ella.
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