El príncipe y el mendigo

porque la barriga llena vale poco cuando mueren de hambre la mente y el corazón.

Cuando sea rey, no sólo tendrán pan y albergue, sino enseñanza con libros, porque la barriga llena vale poco cuando mueren de hambre la mente y el corazón. Guardaré esto muy bien en mi memoria: que la lección de este día no se pierda y por ello sufra mi pueblo; porque el aprender suaviza el corazón y presta gentileza y caridad."

Habla, buen muchacho, y no temas nada –dijo el rey–. ¿Para qué usaste el Gran Sello de Inglaterra?
Tom balbució un momento, con patética confusión, y al fin pudo sacarlo:
–¡Para cascar nueces!

Después vino la amargura, el dolor y las lágrimas.

Sacudid la paja y venid a mi lado para que haga penetrar en vuestros incrédulos oídos el sueño más insólito que han evocado jamás los espíritus de la noche para dejar pasmada el alma de un hombre.

Estaba caliente, cobijado; es decir, era feliz.

piltrafa con vida,

Sus viejos sueños habían sido tan agradables, ¡y era tan temible esta realidad!

¡Soy muy joven para morir y tú puedes salvarme con una palabrita! ¡Oh!, ¡dila, señor!

–¿Su vestido? ¿Sólo tienen uno?
–¡Oh!, buen señor, ¿qué harían con más? En verdad no tienen dos cuerpos cada una