Cartas literarias a una mujer

En la mujer, por el contrario, la poesía está como encarnada en su ser, su aspiración, sus presentimientos, sus pasiones y su destino son poesía

No es extraño: en la mujer es poesía casi todo lo que piensa; pero muy poco de lo que habla. La razón yo la adivino, y tú la sabes.

La soledad es muy hermosa… cuando se tiene junto alguien á quien decírselo.

para persuadir basta creer, yo siento lo que escribo.

¿Cómo la palabra, cómo un idioma grosero y mezquino, insuficiente á veces para expresar las necesidades de la materia, podrá servir de digno intérprete entre dos almas?

¿Es posible que hayáis vivido sin pasiones, ni temor, ni esperanzas, ni deseos?

A Dios, foco eterno y ardiente de hermosura, al que se vuelve con los ojos, como á un polo de amor, el sentimiento del alma.

Antes de ahora te lo he dicho. Yo nada sé, nada he estudiado, he leído un poco, he sentido bastante y he pensado mucho, aunque no acertaré á decir si bien ó mal. Como sólo de lo que he sentido y he pensado he de hablarte, te bastará sentir y pensar para comprenderme

El espíritu tiene una manera de sentir y comprender, especial, misteriosa, porque él es un arcano: inmensa, porque él es infinito; divina, porque su esencia es santa.

El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos á cual más inexplicables; todo en él es ilógico; todo en él es vaguedad y absurdo