es
Knjige
Elizabeth von Arnim

Expiación

  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 3 месеца
    Ahora sabía que era mucho peor cuando un anfitrión era hostil que cuando lo era una anfitriona. Él pagaba. Era su comida, su casa, su todo.
  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 3 месеца
    Entonces, con la mente aún un poco embotada, se dio cuenta de que son las mujeres de una familia las que marcan la temperatura y de que en esa casa no debía temer ninguna caída repentina.
  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 3 месеца
    cómo, al alejarse de las mujeres, las dificultades desaparecían y era bastante fácil discutir y arreglar las cosas con calma.
  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 4 месеца
    «¿Por qué no podemos vivir siempre así, solos, yo y tú?»; pero él, para evitar una respuesta directa, se limitó a corregirle la gramática y a recordarle que no se decía «yo y tú», sino «tú y yo», cosa que ella aceptó con mansedumbre, sometiéndose en todo a su marido según las enseñanzas de san Pablo.
  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 4 месеца
    su persona comenzaba, se dio cuenta Fred poco a poco, desde el pecho hacia abajo y, por encima del pecho, aunque parecía tener cabeza, por lo visto lo que había en realidad era solo una extraña cajita con un revoltijo de cachivaches endebles y desconectados—
  • Rosa Ma. Quesadaje citiralaпре 4 месеца
    las mujeres mayores— eran con frecuencia, se temía, ralentizadoras de la civilización.
  • Natalia Ligaje citiraoпре 7 месеци
    La virtud no debería ser tan violenta. No debería increpar. No debería obligarlo a
  • Natalia Ligaje citiraoпре 7 месеци
    esos instintos disfrazados de nombres tiernos y alegres mientras, implacables, se empeñan en ser nada menos que Dios Todopoderoso para el objeto de su amor, es decir: ellos se convierten en dispensadores de felicidad, demandantes de dependencia, succionadores de libertad
  • Natalia Ligaje citiraoпре 7 месеци
    Pero eso era lo que les pasaba a las mujeres, a toda esa inmensa categoría de tontas que se dejaban absorber por una persona en particular, traicionadas por sus instintos maternales
  • Natalia Ligaje citiraoпре 7 месеци
    Es normal, pensaba Milly, porque el pecado también se asienta y al final se vuelve indistinguible de la virtud. Todo se asienta.
fb2epub
Prevucite i otpustite datoteke (ne više od 5 odjednom)