El Cuervo

Y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo flota arroja, trunca su ancha sombra funeral,
Y mi alma de esa sombra que en el suelo flota... ¡nunca
Se alzará..., nunca jamás!

Persiguiera hasta la muerte, hasta el punto de, en su duelo, sus canciones terminar
Y el clamor de su esperanza con el triste ritornelo
De: ¡Jamás, y nunca más!”

Dije entonces al momento: “Ya otros antes se han marchado, y la aurora al despuntar,
Él también se irá volando cual mis sueños han volado”.

sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo, las visiones ve del mal;
Y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo flota arroja, trunca su ancha sombra funeral,
Y mi alma de esa sombra que en el suelo flota... ¡nunca
Se alzará..., nunca jamás!

En memoria, ni una pluma dejes, negra! ¡El busto deja! ¡Deja en paz mi soledad!

Dije entonces al momento: “Ya otros antes se han marchado, y la aurora al despuntar,
Él también se irá volando cual mis sueños han volado”.