El brazo de Pollak

un brazo que muy probablemente pertenece al famoso grupo escultórico del Laocoonte y con el cual el grupo fue reintegrado recientemente en la colección de yesos de la Universidad de Roma;
un cáliz funerario paleocristiano que fue robado hace setenta años de la biblioteca del Vaticano. Él lo descubrió, lo reconoció y se lo devolvió al papa Pío X, quien poco después le concedió la medalla de oro al Mérito Especial.

El comendador Pollak reside en Roma desde hace casi cincuenta años y jamás ha estado afiliado a ninguna agrupación política. Siempre se ha consagrado, de la manera más honesta y honorable, al oficio de anticuario y al mismo tiempo ha contribuido con notable éxito al avance de las diferentes ramas de la arqueología. Su reputación académica y su apellido están vinculados a publicaciones de gran prestigio y hace muchos años incluso fue nombrado miembro honorífico del Instituto Arqueológico Alemán

Se dice que, para interceder por Pollak, el cardenal Eugène Tisserant se dirigió directamente a Heinrich Himmler, quien ordenó detener el tren en Varese. Tampoco existen pruebas de esto. Tras la deportación deja de haber datos fehacientes relativos a Ludwig Pollak y a su familia. El viaje dura hasta el anochecer del 23 de octubre

El tren parte de Roma Tiburtina el lunes, 18 de octubre, a las dos y cinco de la tarde. En los dieciocho vagones de mercancías, hay hacinadas mil veintidós personas con edades comprendidas entre un día y noventa años. De ellas sobrevivirán dieciséis. Durante la redada arrestan a mil doscientas noventa y cinco personas y las conducen al Collegio Militare, situado en la via della Lungara, a orillas del Tíber.

Caffarelli ha establecido la postura del brazo recurriendo a diversos análisis anatómicos de los músculos, así como a estudios experimentales sobre el movimiento humano. El hecho de que el brazo parezca pequeño en comparación con el resto del cuerpo hay que atribuirlo al deseo de crear un efecto de perspectiva. Probablemente nunca existió una reproducción antigua.

tratamiento también fueron diferentes. El brazo se ha conservado peor. Así de simple es la explicación.

habríamos podido decirle, por cierto, que su brazo es el brazo auténtico. Ernesto Vergara Caffarelli lleva dos años trabajando en una nueva reconstrucción del grupo escultórico del Laocoonte. Ya ha presentado sus primeras conclusiones, pero todavía no están publicadas. Caffarelli ha averiguado por qué el mármol del brazo muestra una superficie diferente al de la estatua: se debe a que el grupo escultórico y el brazo roto han estado almacenados durante mucho tiempo de manera distinta y luego su limpieza y su tratamiento también fueron diferentes

Precisamente, replica monseñor. De su respuesta no se puede inferir si para él es una información nueva. Vuelve a colocar las dos reproducciones sobre el documento antiguo, se pone en pie, coge las tres cartas y el marco, que envuelve con el papel de estraza. Llegados al umbral, cede el paso a K.

Un trozo de papel viejo, dice monseñor, muy viejo según parece. Posiblemente se trate de un documento, el fragmento de un documento histórico

Apolo y Artemisa, un dios y una diosa que contemplan la escena. Y aquí tal vez haya otro personaje, ¿lo ve? Se distingue una tercera cabeza y una pierna de más. ¿De quién podría tratarse? Un cuadro horripilante, concluye monseñor con un gesto de total repugnancia. El fin. El caos y la incertidumbre son lo único que queda. Un cuadro monstruoso, dice, y tenía que representar a Laocoonte.