bookmate game
es
Fernanda Melchor

Temporada de huracanes

Obavesti me kada knjiga bude dodata
Da biste čitali ovu knjigu otpremite EPUB ili FB2 datoteku na Bookmate. Kako da otpremim knjigu?
Un grupo de niños encuentra un cadáver flotando en las aguas turbias de un canal de riego cercano a la ranchería de La Matosa. El cuerpo resulta ser de la Bruja, una mujer que heredó dicho oficio de su madre fallecida, y a quienes los pobladores de esa zona rural respetaban y temían. Tras el macabro hallazgo, las sospechas y habladurías recaerán sobre un grupo de muchachos del pueblo, a quienes días antes una vecina vio mientras huían de casa de la hechicera, cargando lo que parecía ser un cuerpo inerte. A partir de ahí, los personajes involucrados en el crimen nos contarán su historia mientras los lectores nos sumergimos en la vida de este lugar acosado por la miseria y el abandono, y donde convergen la violencia del erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder. Con un ritmo y un lenguaje magistrales, Fernanda Melchor explora en esta obra las sinrazones que subyacen a los actos más desesperados de barbarie pasional. Una novela cruda y desgarradora en la que el lector quedará envuelto, atrapado por las palabras y la atmósfera de terrible, aunque gozosa, fatalidad.
Ova knjiga je trenutno nedostupna
257 štampanih stranica
Da li već pročitali? Kakvo je vaše mišljenje?
👍👎

Utisci

  • Silvia Arenasje podelio/la utisakпре 4 месеца
    💀Jeziva
    🎯Zdrav
    🚀Čita se u jednom dahu

Citati

  • Silvia Arenasje citiralaпре 4 месеца
    El agua no puede hacerles nada ya y lo oscuro no dura pa’ siempre. ¿Ya vieron? ¿La luz que brilla a lo lejos? ¿La lucecita aquella que parece una estrella? Para allá tienen que irse, les explicó; para allá está la salida de este agujero.
  • Silvia Arenasje citiralaпре 4 месеца
    ¿Por qué mejor no los entierra parados?, sugirió el güero, arrojando la colilla al fondo de la fosa. El pendejo lo decía en broma, pero el Abuelo sabía que aquello nunca funcionaba. Daban mucha guerra si no estaban acostaditos, bien acomodados el uno sobre el otro. Ellos mismos se sentían incómodos y se removían y la gente no podía olvidarlos y ellos se quedaban atrapados en este mundo y luego andaban haciendo desfiguros, dando tumbos por entre las sepulturas, espantando a la gente.
  • Silvia Arenasje citiralaпре 4 месеца
    Que respeten el silencio muerto de aquella casa, el dolor de las desgraciadas que ahí vivieron. Eso es lo que dicen las mujeres del pueblo: que no hay tesoro ahí dentro, que no hay oro ni plata ni diamantes ni nada más que un dolor punzante que se niega a disolverse.
fb2epub
Prevucite i otpustite datoteke (ne više od 5 odjednom)