Motivado por la decadencia social en la que nos encontramos —que ha normalizado incluso la violencia— Cristián Warnken nos exhorta, en este libro, a detenernos y a reflexionar, como una forma de rebelarse contra esta inaceptable fatalidad. Con su lucidez, sensibilidad y prodigiosa pluma, el autor, nos convoca a no sucumbir frente al pánico, sino que a recuperar la riqueza y la sabiduría de la voz interna atendiendo al contacto vital con la tierra y con quienes nos rodean. Y confiar en que, a pesar de todo, siempre existe la posibilidad de que el desierto florezca vislumbrando un «nuevo comienzo».