Un libro profundo, difícil de leer sin sentir empatía por los personajes y sus tragedias; hasta te hace pensar en la muerte y la vida de otra forma, mientras el mundo sigue girando. Deja un sabor amargo la gran tristeza y el vacío que Haruki transmite de una manera tan sencilla y clara, pero magistral. Uno de los libros que se convirtieron en mis favoritos.